La disputa por la soberanía de la isla Santa Rosa, en el río Amazonas, ha escalado a una crisis diplomática entre Colombia y Perú, exacerbada por la detención de dos topógrafos colombianos por parte de autoridades peruanas el 12 de agosto. El presidente Gustavo Petro calificó la detención como "ilegal" y un "secuestro", argumentando que "la isla de Santa Rosa no ha sido adjudicada de acuerdo al Protocolo de Río de Janeiro". Los trabajadores, contratistas de Invías, realizaban mediciones para la ampliación de un muelle en Leticia. La tensión se intensificó tras una serie de actos simbólicos. El precandidato presidencial Daniel Quintero izó una bandera colombiana en la isla, un acto que fue calificado como una "provocación" por Perú y que resultó en la rápida remoción del pabellón por parte de militares peruanos y su reemplazo por la bandera de ese país. La acción de Quintero fue ampliamente criticada en Colombia y Perú, y el Congreso peruano aprobó una moción para declararlo "persona no grata". Figuras como la lideresa opositora Keiko Fujimori también criticaron a Petro, advirtiéndole: "Con el Perú no te metas, sabemos luchar".
El gobierno peruano ha reafirmado su soberanía sobre el territorio, que denomina isla Chinería, basándose en tratados de 1922 y 1934, y ha iniciado una investigación preliminar contra los colombianos detenidos por "atentado contra la soberanía nacional". Colombia, por su parte, sostiene que la isla emergió después de los tratados y su estatus debe definirse bilateralmente.
La próxima Cumbre Amazónica en Bogotá se perfila como un escenario crucial donde se espera que los cancilleres de ambos países aborden este diferendo.
En resumenLa detención de ciudadanos colombianos y actos simbólicos como el izamiento de una bandera han llevado la disputa territorial por la isla Santa Rosa a un punto crítico, generando una enérgica respuesta de ambos gobiernos y elevando la tensión diplomática a la espera de un diálogo en la próxima Cumbre Amazónica.