La estabilidad política en África Occidental enfrenta serios desafíos, con un presunto intento de golpe de estado en Mali y masivas protestas en Costa de Marfil que reflejan la creciente tensión en la región. Estos eventos subrayan la fragilidad de las transiciones democráticas y el descontento popular ante la concentración de poder. En Mali, la junta militar en el poder ha detenido a decenas de soldados, incluyendo al menos dos generales, bajo la sospecha de conspirar para derrocar al gobierno de transición. Según fuentes de seguridad, se realizaron "al menos veinte detenciones" de militares sospechosos de querer "desestabilizar" las instituciones.
Este hecho se produce en un país que ya ha sufrido tres golpes de estado desde 2012, lo que evidencia una persistente inestabilidad y la dificultad para consolidar un orden civil. La junta, que ha estado en el poder desde el golpe de 2021, no se ha pronunciado oficialmente sobre las detenciones, pero la situación mantiene en alerta a la comunidad internacional. Mientras tanto, en Abidjan, Costa de Marfil, miles de ciudadanos salieron a las calles para protestar contra la exclusión de figuras clave de la oposición, como el expresidente Laurent Gbagbo y el exdirectivo de Credit Suisse, Tidjane Thiam, del proceso electoral de cara a las presidenciales de octubre. Los manifestantes rechazan la búsqueda de un cuarto mandato por parte del presidente Alassane Ouattara y exigen elecciones justas e inclusivas, advirtiendo sobre el riesgo de una nueva crisis política en un país con un historial de elecciones violentas.
En resumenLa situación en África Occidental es tensa, con un presunto intento de golpe de estado desarticulado en Mali y protestas masivas en Costa de Marfil contra la exclusión de líderes opositores. Ambos eventos reflejan una profunda crisis de gobernabilidad y un creciente descontento ciudadano que amenaza la estabilidad democrática de la región.