En respuesta, el ministro de Defensa de Colombia, Pedro Sánchez, anunció que se está llevando a cabo una investigación para determinar cuántos colombianos podrían estar involucrados y si hubo víctimas fatales para gestionar una posible repatriación. Sánchez afirmó que el gobierno tiene "la lupa sobre cuáles son las rutas, las vías, en las que se están llevando a colombianos para que sean mercenarios en otro país". Además, destacó la importancia de un proyecto de ley, actualmente en su último debate en el Congreso, que busca prohibir y regular el mercenarismo para evitar que Colombia se convierta en una fuente de combatientes para conflictos extranjeros. El ministro también señaló que se están mejorando las condiciones de la fuerza pública para retener al personal y facilitar su transición a la vida civil, evitando que opten por "llevar muerte y dolor a otro lugar".