El gobierno de Colombia confirmó haber concedido asilo diplomático a la abogada y política venezolana María Alejandra Díaz Marín, una exmilitante chavista que denunció ser víctima de persecución por parte del régimen de Nicolás Maduro. Díaz se encuentra refugiada en la residencia del embajador colombiano en Caracas desde el 11 de enero de 2025. La Cancillería colombiana informó que notificó oficialmente al gobierno venezolano sobre la concesión del asilo el 12 de enero y solicitó el correspondiente salvoconducto para que la abogada pueda abandonar el país. Sin embargo, la respuesta de Caracas fue que dicho documento no era necesario, ya que sobre Díaz "no pesa sobre ella ninguna orden de captura ni proceso judicial alguno abierto".
A pesar de esta afirmación, la abogada ha permanecido en la embajada por temor a su seguridad. La situación se tornó más compleja cuando Díaz, incumpliendo las condiciones pactadas para el asilo, realizó declaraciones públicas sobre su condición en redes sociales.
No obstante, la Cancillería colombiana aseguró que "seguirá otorgando la debida protección y condiciones adecuadas de permanencia". Díaz, quien fue presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Nacional Constituyente chavista, se distanció del régimen tras las cuestionadas elecciones de julio de 2024, cuando exigió la publicación de las actas electorales para verificar la victoria de Maduro. Posteriormente, el Tribunal Supremo de Justicia la sancionó, lo que ella calificó como un "pase de factura".
En resumenLa concesión de asilo a la disidente chavista María Alejandra Díaz por parte de Colombia evidencia las complejas dinámicas diplomáticas con el régimen de Maduro. Aunque Colombia busca proteger a la abogada, la negativa de Venezuela a emitir un salvoconducto y la violación de las condiciones del asilo por parte de Díaz mantienen la situación en un punto muerto, reflejando las tensiones persistentes entre ambos países.