El expresidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue puesto bajo arresto domiciliario por orden del Tribunal Supremo, una medida que ha intensificado la polarización política en el país y ha generado tensiones con Estados Unidos. La decisión judicial se tomó después de que Bolsonaro presuntamente violara las medidas cautelares impuestas en el marco de la investigación por su supuesta implicación en un intento de golpe de Estado. El juez Alexandre de Moraes decretó el arresto domiciliario tras considerar que Bolsonaro incumplió la prohibición de usar redes sociales, incluso las de terceros, para transmitir mensajes. El expresidente participó por videollamada en una manifestación de apoyo, lo que fue interpretado como un desacato.
Su defensa ha calificado la decisión de "cobarde" e "inmoral" y ha solicitado la destitución del magistrado. La situación ha escalado a nivel internacional, ya que el expresidente estadounidense Donald Trump ha calificado el juicio como una "cacería de brujas" y ha impuesto sanciones arancelarias a Brasil, así como sanciones directas al juez de Moraes. El senador Flávio Bolsonaro, hijo del exmandatario, afirmó que la medida judicial es una "venganza" por las sanciones de EE.
UU.
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva ha calificado la intervención estadounidense como "inaceptable" y ha anunciado que buscará una respuesta coordinada con los BRICS frente a los aranceles. Bolsonaro, quien enfrenta una posible pena de más de 40 años de prisión, se encuentra ahora con una tobillera electrónica y con prohibición de recibir visitas no autorizadas, aunque se le ha permitido el contacto con su familia.
En resumenEl expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue puesto bajo arresto domiciliario por violar medidas cautelares en el juicio por intento de golpe de Estado. Esta acción ha provocado una fuerte reacción de su familia y del expresidente estadounidense Donald Trump, quien impuso aranceles a Brasil, escalando la crisis a una tensión diplomática.