La influyente figura del régimen norcoreano, Kim Yo Jong, afirmó que no habrá diálogo mientras Seúl mantenga su alianza militar con Estados Unidos.
Desde su llegada al poder, el presidente surcoreano Lee Jae Myung intentó gestos de distensión, como la suspensión de propaganda en la frontera y la prohibición del envío de panfletos hacia el Norte, buscando abrir una vía para el diálogo. Sin embargo, la respuesta de Pionyang fue contundente y desestimó cualquier posibilidad de acercamiento.
Kim Yo Jong, hermana del líder Kim Jong Un, calificó las propuestas como “superficiales” y “poco sinceras”.
En un comunicado difundido por la agencia estatal KCNA, declaró: “Si Corea del Sur espera revertir todas las consecuencias con unas cuantas palabras sentimentales, no hay error de cálculo más grande que ese”. La declaración establece una línea roja clara: la alianza militar entre Corea del Sur y Estados Unidos, que Pionyang considera una “amenaza directa” a su soberanía. Kim Yo Jong advirtió que no habrá “ni reuniones ni conversaciones” bajo las condiciones actuales, reafirmando que la postura norcoreana se mantiene firme en su priorización de la autosuficiencia y el poder militar. Analistas internacionales señalan que esta es la primera respuesta oficial del régimen al nuevo gobierno surcoreano, marcando un tono de confrontación y alejando la posibilidad de una negociación en el corto plazo.