Esta posición fue respaldada por Francia, cuyo canciller, Jean-Noël Barrot, confirmó que junto a otros 14 países emitieron el “Llamado de Nueva York” instando al reconocimiento global del Estado palestino.
Canadá se sumó a la iniciativa, con su primer ministro Mark Carney anunciando la misma intención para septiembre, citando el “sufrimiento” de los ciudadanos palestinos. Este giro diplomático responde a la creciente presión internacional y doméstica ante la catástrofe en Gaza, donde la cifra de muertos supera los 60.000 y la hambruna se expande, según la ONU y la Red de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC). La respuesta de Israel ha sido de rechazo categórico. El primer ministro Benjamín Netanyahu calificó los anuncios como una “recompensa al terrorismo de Hamás”, mientras que el ministro de Exteriores, Gideon Saar, aseguró que Israel “no cederá” y que “no habrá un Estado palestino”.
Estas declaraciones reflejan la profunda división entre Israel y una parte cada vez mayor de la comunidad internacional sobre el futuro del conflicto.