La reunión en Estambul representa un esfuerzo diplomático crucial para evitar una escalada mayor en la región. Las naciones del E3 han advertido que podrían activar un mecanismo de "snapback" o restablecimiento de sanciones si Irán continúa incumpliendo sus compromisos nucleares. Teherán, por su parte, busca evitar nuevos castigos económicos que agravarían su aislamiento internacional y la presión sobre su economía. La cooperación de Irán con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) fue suspendida por Teherán tras los recientes ataques, lo que ha aumentado la preocupación de la comunidad internacional sobre el alcance y la naturaleza de su programa nuclear. La diplomacia se presenta como la vía para reducir las tensiones, aunque las posiciones de las partes siguen siendo distantes. El éxito de estas conversaciones es fundamental para determinar si se puede volver a un marco de acuerdo que limite las actividades nucleares de Irán a cambio de un alivio de las sanciones, o si la región se encamina hacia una confrontación más directa. La amenaza de nuevas sanciones por parte de la ONU y la inestabilidad en Oriente Próximo, agravada por la guerra en Gaza, añaden urgencia a estas negociaciones de alto riesgo.
