El proyecto legislativo, impulsado por el congresista republicano Mario Díaz-Balart, reduciría la ayuda total de aproximadamente 400 millones de dólares a 209 millones. Díaz-Balart justificó el recorte argumentando que "Colombia ya no está alineada con los intereses estratégicos de Estados Unidos" y acusó al gobierno de Gustavo Petro de fracasar en la prevención de la violencia y envalentonar al crimen transnacional. El informe del comité también mencionó inquietudes sobre el supuesto consumo de drogas entre altos funcionarios colombianos. La Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham) advirtió que la medida refleja un deterioro en la relación bilateral y pone en riesgo el respaldo bipartidista histórico. El presidente Gustavo Petro reaccionó con firmeza, declarando que "Colombia no vale 170 millones de dólares" y que, en la lucha antidrogas, "no nos están ayudando, somos nosotros los que ayudamos. Porque allá no mueren, aquí sí". Por su parte, el ministro del Interior, Armando Benedetti, calificó el informe estadounidense como "el burro hablando de orejas", señalando el alto consumo de drogas en EE. UU. como el verdadero motor del narcotráfico. La propuesta impone además estrictas condicionalidades para el desembolso de los fondos, exigiendo resultados en la reducción de cultivos de coca y cooperación en extradiciones.
