Sin embargo, las posturas sobre el fin del conflicto siguen siendo irreconciliables. El jefe negociador ruso, Vladímir Medinski, calificó las posiciones como “bastante distantes” y rechazó la propuesta ucraniana de una cumbre de líderes entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, argumentando que una reunión de ese nivel solo debería ocurrir para firmar un acuerdo de paz ya finalizado. Ucrania, por su parte, había propuesto una reunión a cuatro bandas que incluyera a los presidentes de Turquía y Estados Unidos. Mientras Rusia insiste en sus exigencias territoriales y la neutralidad de Ucrania, Kiev demanda un cese al fuego “genuino y verificable” y garantías de seguridad antes de cualquier concesión. La presión internacional aumenta, en parte por el ultimátum de 50 días dado por Donald Trump a Putin para deponer las armas antes de enfrentar nuevas sanciones.