La tercera ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania, celebrada en Estambul, concluyó con avances limitados y sin un acuerdo para un alto el fuego. A pesar de la brevedad del encuentro, que duró menos de una hora, ambas delegaciones pactaron continuar con los intercambios de prisioneros, un aspecto humanitario que ha mostrado progreso en las últimas rondas. El enviado de Ucrania, Rustem Umérov, destacó que se logró un “cierto progreso en el aspecto humanitario”, incluyendo el intercambio de civiles cautivos y prisioneros que llevan más de tres años detenidos, especialmente los heridos graves.
Sin embargo, las posturas sobre el fin del conflicto siguen siendo irreconciliables. El jefe negociador ruso, Vladímir Medinski, calificó las posiciones como “bastante distantes” y rechazó la propuesta ucraniana de una cumbre de líderes entre Vladímir Putin y Volodímir Zelenski, argumentando que una reunión de ese nivel solo debería ocurrir para firmar un acuerdo de paz ya finalizado. Ucrania, por su parte, había propuesto una reunión a cuatro bandas que incluyera a los presidentes de Turquía y Estados Unidos. Mientras Rusia insiste en sus exigencias territoriales y la neutralidad de Ucrania, Kiev demanda un cese al fuego “genuino y verificable” y garantías de seguridad antes de cualquier concesión. La presión internacional aumenta, en parte por el ultimátum de 50 días dado por Donald Trump a Putin para deponer las armas antes de enfrentar nuevas sanciones.
En resumenAunque se lograron acuerdos para nuevos intercambios de prisioneros, la tercera ronda de diálogos en Estambul evidenció la profunda brecha entre Rusia y Ucrania, dejando claro que un alto el fuego o un acuerdo de paz definitivo sigue siendo un objetivo lejano.