La medida generó una ola de reacciones contrapuestas a nivel global. Mientras la Autoridad Palestina y países como Arabia Saudita y España celebraron la decisión, Israel y Estados Unidos la condenaron enérgicamente. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, afirmó que la iniciativa “recompensa al terror” y puede establecer “una rampa de lanzamiento para aniquilar a Israel”. Por su parte, Estados Unidos calificó la decisión de “irresponsable”. A pesar de las críticas, Macron argumentó que la prioridad urgente es detener la guerra en Gaza y socorrer a la población civil. La noticia llega en un momento de estancamiento en las negociaciones de paz y en vísperas de una conferencia internacional en Nueva York, copresidida por Francia y Arabia Saudita, para promover la solución de dos Estados.