Por su parte, la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ordenó el regreso de su equipo para “más consultas” tras recibir la propuesta de Hamás, la cual fue considerada desalentadora. Netanyahu afirmó que, aunque sigue trabajando por la liberación de los rehenes, no aceptará condiciones que pongan en riesgo la seguridad de Israel. Según una fuente palestina, la contrapropuesta de Hamás incluía enmiendas sobre la entrada de ayuda humanitaria y garantías sobre el fin definitivo de la guerra. El estancamiento de las conversaciones agrava la ya severa crisis humanitaria en Gaza, donde la ONU y más de 100 ONG denuncian una hambruna extrema, con reportes de decenas de muertes por desnutrición, especialmente entre niños.