La Autoridad Palestina condenó enérgicamente la decisión, calificándola como “otra cara de lo que está ocurriendo en Gaza: una guerra de exterminio y desplazamiento”. Ahmad al Deek, asesor del Ministerio de Exteriores palestino, denunció que Israel está violando acuerdos internacionales y aplicando un sistema de “apartheid”. Actualmente, cerca de 500.000 colonos israelíes residen en Cisjordania, un territorio de 5.600 kilómetros cuadrados. El portavoz parlamentario israelí, Amid Ohana, declaró que “en 1967 la ocupación no comenzó, sino que terminó, y nuestra tierra fue devuelta a sus legítimos propietarios”. Esta votación, aunque simbólica, profundiza las tensiones y aleja aún más la posibilidad de una solución de dos Estados, al tiempo que es vista por los palestinos como una consolidación de la ocupación.
