Esta firme postura se produce en un momento de alta tensión, justo antes de una crucial ronda de diálogos que Teherán sostendrá en Estambul con las potencias europeas del E3 (Reino Unido, Francia y Alemania). Las conversaciones girarán en torno al levantamiento de sanciones y el seguimiento de su programa nuclear. Irán ha acusado a los países europeos de haber socavado el acuerdo nuclear de 2015 al no actuar cuando la administración Trump se retiró del pacto. La situación actual presenta un complejo panorama diplomático, donde Irán busca negociar con Europa mientras mantiene una postura desafiante frente a las presiones militares de Estados Unidos e Israel, manteniendo latente el riesgo de una escalada en el conflicto regional.
