La productora de gas Canacol Energy atraviesa un momento financiero complejo, marcado por una rebaja en su calificación crediticia por parte de Moody's Ratings y un fallo arbitral que la obliga a un pago millonario. Ambos eventos subrayan los crecientes riesgos de liquidez y operativos que enfrenta la compañía en un momento crucial para el sector energético colombiano. Moody's rebajó la calificación de familia corporativa de Canacol de Caa1 a Ca, manteniendo una perspectiva negativa. La agencia justificó su decisión en el “mayor riesgo de liquidez de la compañía pues la producción se mantiene por debajo nuestras expectativas a pesar de sus altas inversiones de capital”. La calificadora señaló que la liquidez de Canacol es restringida, con efectivo limitado para enfrentar pagos de amortización, cupones y gastos operativos, lo que amplifica el riesgo. La situación se agrava por una cláusula en un préstamo que aceleró los pagos debido a la baja producción.
A este desafío financiero se suma un laudo arbitral nacional en su disputa con VP Ingenergía.
Un tribunal de la Cámara de Comercio de Bogotá ordenó a Canacol pagar $86.145 millones, aunque aceptó parcialmente los argumentos de la gasífera.
Canacol ha respondido que el laudo no está en firme y que está revisando su alcance frente a deudas pendientes de VP Ingenergía, que ascienden a unos $95.000 millones. Además, la compañía planea utilizar el fallo en procesos penales en curso contra los directivos de VP Ingenergía por presunta estafa y corrupción.
En resumenEntre una rebaja crediticia que evidencia una liquidez ajustada y un costoso revés legal, Canacol Energy se encuentra bajo una presión financiera considerable. Estos acontecimientos ponen de relieve los desafíos que enfrenta la compañía para estabilizar su producción y fortalecer su posición financiera mientras navega un complejo entorno legal y operativo.