Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, afirmó: “Nuestros números, nuestros análisis y nuestros resultados (...) nos ponen esta solución de presente”.
Por su parte, TGI ha insistido en la necesidad de construir una terminal en Ballenas (La Guajira), argumentando que su propuesta ofrece ventajas competitivas como la disponibilidad de una unidad flotante (FSRU) para 2027 y el uso de su gasoducto Ballena-Barranca, lo que podría reducir las tarifas al usuario final en un 20%. TGI advierte que el proyecto de Coveñas enfrenta “desafíos técnicos” y que el país necesita ambas soluciones para cubrir el déficit proyectado, que según sus estimaciones podría llegar a 220 millones de pies cúbicos diarios (MPCD) a finales de 2027. El ministro de Minas y Energía, Edwin Palma, ha adoptado una postura conciliadora, afirmando que no ve los proyectos como rivales y pidiendo a Ecopetrol dar vía libre a la iniciativa de TGI para fomentar la competencia. Roa respondió que contestará favorablemente la carta de TGI, sin cerrar la puerta a una futura participación en Ballena, pero reiteró que el foco inmediato de Ecopetrol es Coveñas.













