Hoy, considero que ya es momento de hacer efectiva mi salida”.

Fuentes citadas en los artículos vinculan su renuncia a desacuerdos con iniciativas impulsadas por el presidente Gustavo Petro, como la posible compra de la empresa venezolana Monómeros, la importación de gas desde Venezuela y la venta de la participación de Ecopetrol en la cuenca del Pérmico en Estados Unidos.

Estos proyectos han generado controversia por los riesgos diplomáticos y financieros asociados a las sanciones estadounidenses.

La partida de De Greiff deja a la junta con una composición mayoritariamente afín al gobierno, con solo Luis Felipe Henao como una voz disidente. La vicepresidenta, Ángela María Robledo, ex fórmula vicepresidencial de Petro, asumió la presidencia de manera interina, un movimiento que consolida la influencia del Ejecutivo en el máximo órgano de decisión de la compañía y genera incertidumbre en el mercado sobre la autonomía y la gobernanza corporativa de la petrolera.