Mónica de Greiff Lindo presentó su renuncia irrevocable a la presidencia y a su puesto en la Junta Directiva de Ecopetrol, la empresa más grande de Colombia. La dimisión, efectiva desde el 15 de octubre de 2025, se produce en un momento de intensas tensiones internas sobre el rumbo estratégico de la petrolera estatal y la influencia del Gobierno Nacional en sus decisiones corporativas. La salida de De Greiff, quien era la única integrante de la junta que permanecía desde antes del actual gobierno, se formalizó tras un intento previo de renuncia en mayo de 2025. En esa ocasión, aceptó posponer su partida para no afectar el quórum legal de la junta, que exige una participación mínima de mujeres. En su carta, De Greiff señaló: “Acepté mantenerme en la misma, teniendo claro que esto sería hasta la próxima asamblea.
Hoy, considero que ya es momento de hacer efectiva mi salida”.
Fuentes citadas en los artículos vinculan su renuncia a desacuerdos con iniciativas impulsadas por el presidente Gustavo Petro, como la posible compra de la empresa venezolana Monómeros, la importación de gas desde Venezuela y la venta de la participación de Ecopetrol en la cuenca del Pérmico en Estados Unidos.
Estos proyectos han generado controversia por los riesgos diplomáticos y financieros asociados a las sanciones estadounidenses.
La partida de De Greiff deja a la junta con una composición mayoritariamente afín al gobierno, con solo Luis Felipe Henao como una voz disidente. La vicepresidenta, Ángela María Robledo, ex fórmula vicepresidencial de Petro, asumió la presidencia de manera interina, un movimiento que consolida la influencia del Ejecutivo en el máximo órgano de decisión de la compañía y genera incertidumbre en el mercado sobre la autonomía y la gobernanza corporativa de la petrolera.
En resumenLa renuncia de Mónica de Greiff a la presidencia de la Junta Directiva de Ecopetrol evidencia profundas divisiones sobre la dirección estratégica de la compañía, especialmente en lo referente a negocios con Venezuela y la venta de activos internacionales. Su salida reconfigura el equilibrio de poder en la junta, consolidando una mayoría alineada con el Gobierno, y deja a Ángela María Robledo como presidenta interina en medio de un clima de incertidumbre corporativa.