El conflicto tiene sus raíces a finales de 2024, cuando Frisby España S.L.
solicitó con éxito ante la Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) la cancelación del registro de la marca “Frisby” que pertenecía a la empresa colombiana desde 2005. La EUIPO falló a favor de la compañía española en mayo de 2025, argumentando que la firma pereirana no había demostrado un uso comercial efectivo de la marca en territorio europeo durante los últimos cinco años. Con este respaldo legal, Frisby España ha avanzado en sus planes de expansión, lo que ahora la enfrenta directamente con gigantes del sector como KFC. La reciente acusación introduce un nuevo elemento en la disputa, llevándola del campo de la propiedad intelectual al del derecho de la competencia. Aunque los detalles específicos de las prácticas denunciadas no se han hecho públicos, el comunicado de Frisby España sugiere que las acciones de KFC confirman “la solidez y el potencial” de su proyecto. Mientras tanto, Frisby S.A. BIC de Colombia ha reiterado que no tiene ninguna relación con la empresa española y que continúa adelantando acciones legales para defender su marca e identidad en el escenario internacional.