Ante esta perspectiva, el presidente Petro ha intensificado su llamado a transformar la compañía. “Ecopetrol deja de ser rentable si baja el precio internacional del petróleo a menos de 50 dólares el barril”, afirmó el mandatario, proponiendo vender activos en el exterior, como el campo en Texas, para invertir en energías limpias en Colombia y convertir a la empresa en “Ecoenergía”. Esta visión ha encontrado resistencia en sindicatos como la Unión Sindical Obrera (USO), que recalcan que el petróleo seguirá siendo demandado por décadas y abandonar su explotación afectaría la balanza comercial.

La situación se complejiza con las polémicas en torno a Ricardo Roa.

W Radio reveló correos internos que sugieren que la estatal pagó US$42 millones por las plantas de Termomorichal, a pesar de que análisis jurídicos previos de la misma compañía indicaban que la transferencia debía ser a costo cero al finalizar el contrato. Roa ha defendido la operación, asegurando que “jamás haría una estupidez ni autorizaría un regalo de 42 millones de dólares”. Adicionalmente, la Fiscalía investiga un presunto viaje de Roa a España en medio de denuncias sobre posibles sobornos para influir en su caso en el CNE.