Ecopetrol, la principal empresa de Colombia, enfrenta un panorama complejo marcado por una drástica caída en sus utilidades, cambios significativos en su junta directiva y movimientos estratégicos en el sector de hidrocarburos, como la asunción de los proyectos offshore de Shell. Estos eventos configuran un periodo de redefinición para el futuro energético y financiero de la compañía estatal. Los resultados financieros de la petrolera para el segundo trimestre de 2025 mostraron una alarmante reducción de sus utilidades en un 82,7 % en comparación con el mismo periodo de 2022, pasando de $10,47 billones a solo $1,81 billones. Mientras el presidente de la compañía, Ricardo Roa, atribuyó este descenso a la caída en los precios internacionales del petróleo, expertos como Sergio Cabrales señalaron que el incremento en los costos de producción fue un factor más determinante. Esta situación ha generado preocupación sobre las finanzas públicas, dado que los aportes de Ecopetrol al erario podrían disminuir entre 16 y 19 billones de pesos este año.
En medio de este desafío financiero, la junta directiva experimentó un importante relevo.
Guillermo García Realpe renunció a la presidencia del órgano directivo, aunque continuará como miembro.
En su lugar fue designada Mónica de Greiff Lindo, quien cuenta con una amplia trayectoria en el sector público y energético.
A su vez, Ángela María Robledo fue nombrada vicepresidenta.
Estratégicamente, Ecopetrol ha consolidado su posición en la exploración costa afuera al asumir el control exclusivo de los bloques COL-5, Purple Angel y Fuerte Sur, luego de que su socia Shell decidiera retirarse de estos contratos en el Caribe colombiano sin contraprestación económica. Esta cesión, que ya fue presentada a la Superintendencia de Industria y Comercio para su preevaluación, fortalece el portafolio de Ecopetrol en un segmento considerado clave para la seguridad energética a largo plazo.