Además, afirmó haber detectado micrófonos y cámaras ocultas en su oficina.
En respuesta, Hocol emitió un comunicado desmintiendo punto por punto las acusaciones.
La empresa aseguró que, tras análisis técnicos y financieros, “no existe configuración alguna de pérdidas ni detrimento patrimonial” y que los entes de control ya han solicitado información que fue entregada oportunamente. Sobre el supuesto espionaje, Hocol afirmó que las inspecciones de seguridad realizadas “no arrojaron resultados ni evidencias de la presencia de dispositivos de vigilancia”. La compañía también desvirtuó las afirmaciones sobre una caída en la producción, señalando que el promedio acumulado en 2025 es superior al de 2024. La Red de Veedurías de Colombia, por su parte, exigió “seriedad” a Rojas Cuéllar, pidiendo que presente sus denuncias con sustento probatorio ante las autoridades competentes y cuestionando la tardanza de sus revelaciones.