En medio de las labores de atención a la población damnificada, los equipos de rescate han trabajado intensamente para poner a salvo a los animales. Según los reportes, más de 40 animales, entre los que se cuentan perros, gatos, aves de corral y algunas especies silvestres, fueron encontrados atrapados entre el lodo y los escombros, aislados o sin acceso a alimento. Los animales rescatados han sido reubicados en hogares de paso temporales, y ya se han iniciado los procesos para buscarles una adopción definitiva. Este enfoque en el rescate animal, dentro de una tragedia humana de gran magnitud, refleja un cambio en la percepción social, donde las mascotas son consideradas miembros de la familia y su bienestar es una prioridad incluso en las situaciones más críticas. La solidaridad de la comunidad y la acción de los rescatistas demuestran que la respuesta a los desastres es cada vez más integral, reconociendo el vínculo entre las personas, sus animales y el ecosistema afectado.