Las crudas imágenes, descritas como un “acto de saña injustificada”, se viralizaron rápidamente, desatando una campaña en redes sociales para identificar al responsable.

La principal demanda de la comunidad es la intervención inmediata de la Alcaldía de Zipaquirá y la Policía Nacional, ya que se teme que la vida del animal siga en riesgo al permanecer bajo la custodia de su agresor. Los artículos sobre el hecho destacan los canales de denuncia disponibles en el municipio, como la línea de emergencia 123, para que la ciudadanía reporte este y otros casos de crueldad. Este suceso se enmarca en una serie de incidentes de maltrato animal documentados en video que han salido a la luz recientemente en Colombia, evidenciando el creciente papel de la denuncia digital como herramienta para visibilizar y combatir esta problemática.