Estas iniciativas, que se extienden desde Santander hasta el Caribe, buscan no solo mejorar la calidad de vida de las mascotas, sino también abordar problemas de salud pública y abandono. La esterilización de mascotas se ha consolidado como una política pública recurrente en varias regiones de Colombia, reflejando un creciente compromiso con el bienestar animal. En Piedecuesta, Santander, la Gobernación y la Alcaldía lanzaron un programa con la meta de realizar 1.000 procedimientos gratuitos para caninos y felinos, con el fin de reducir la reproducción descontrolada. El secretario de Agricultura departamental, Wilmer Jiménez Gómez, afirmó que la iniciativa busca “promover el control responsable de animales de compañía”. De manera similar, la Universidad del Tolima, a través de su Hospital Veterinario, organizó una jornada de esterilización gratuita para gatos dirigida a comunidades de estratos 1 y 2, en el marco del evento Castralat 2025. Estas campañas no son exclusivas del territorio continental colombiano; en Isla Mujeres, México, según reportan medios nacionales, el municipio ha fortalecido sus servicios de bienestar animal, ofreciendo esterilizaciones, consultas y vacunación durante un evento comunitario denominado “Pelufest”.

Los beneficios de estos programas son múltiples: previenen enfermedades, disminuyen el número de animales callejeros, evitan casos de abandono y contribuyen a una convivencia más armónica. La ejecución de estas jornadas suele ser producto de alianzas estratégicas entre entidades gubernamentales, instituciones académicas y fundaciones, asegurando que el servicio llegue a las poblaciones más vulnerables sin costo.