Según el psicólogo Uriel Antonio Hurtado Arias, un vínculo saludable se fundamenta en la calma y la confianza, donde el perro ve a su guía humano como una base de seguridad, no como una fuente de sobreestimulación. Una bienvenida serena y la capacidad del animal para mantenerse tranquilo en ausencia de su dueño son indicadores de una conexión más equilibrada. Por otro lado, la ciencia también explora la capacidad de empatía en perros y gatos, sugiriendo que, aunque no se puede confirmar con certeza, sus conductas pueden asemejarse a un consuelo emocional. En el caso de los felinos, se investiga cómo eligen a su “persona favorita”, un proceso que va más allá de la simple alimentación y se relaciona con la seguridad y la consistencia en el trato.

Estos enfoques científicos invitan a los dueños a observar a sus mascotas con una mirada más informada, evitando proyectar emociones humanas y enfocándose en comprender su lenguaje corporal y sus necesidades reales para fomentar un bienestar genuino.