La colección, que por ahora solo está disponible en China, incluye prendas como chaquetas, chalecos acolchados y cortavientos que incorporan el icónico logo del trébol y las tres rayas.

Los diseños no solo se enfocan en la estética, sino también en la funcionalidad, utilizando materiales impermeables, detalles reflectantes para paseos nocturnos y cierres prácticos para facilitar su uso.

Esta no es una iniciativa aislada; otras firmas de lujo como Louis Vuitton, Fendi, Prada y Gucci también han lanzado sus propias colecciones caninas, consolidando un mercado que mueve millones. Este fenómeno social, conocido como la “humanización de las mascotas”, evidencia un cambio cultural en el que los animales de compañía son considerados miembros plenos de la familia. La moda para mascotas se convierte así en una forma de expresión personal para los dueños, quienes buscan reflejar su propio estilo a través de sus compañeros. Sin embargo, esta tendencia también abre un debate sobre el bienestar animal, donde expertos recalcan la importancia de priorizar la comodidad y la funcionalidad de las prendas sobre la simple estética, asegurando que la moda no comprometa la libertad de movimiento ni la salud de los animales.