Al ingresar, los rescatistas se encontraron con un escenario desolador: el apartamento estaba completamente lleno de basura y escombros hasta el techo, obligándolos a utilizar grandes contenedores y equipo especializado durante cuatro días para poder acceder a los animales.
Las mascotas, entre las que se encontraban perros de razas pequeñas como pomerania y chihuahuas, habían sobrevivido creando “túneles” entre los desechos.
Presentaban un avanzado estado de deterioro, con pulgas, problemas dermatológicos y uñas excesivamente largas.
Jace Huggins, jefe de la división de Bienestar Animal de la SDHS, calificó la situación como “desgarradora” y explicó que estos casos suelen ocurrir cuando los propietarios se ven abrumados por problemas personales. “Si usted o alguien que conoce no puede hacerse cargo de sus animales, busque ayuda antes de que sea demasiado tarde”, instó el funcionario. Tras el rescate, los 13 animales están recibiendo atención veterinaria de emergencia.
La SDHS, cuyas instalaciones se encuentran al límite de su capacidad con cerca de 800 perros bajo su cuidado, ha hecho un llamado a la comunidad para fomentar la adopción, ofrecer hogares de paso o realizar donaciones que contribuyan al sostenimiento y recuperación de estos y otros animales rescatados.







