Se reconoce que, para ser felices en un entorno doméstico, necesitan estímulos adecuados y que se respete su espacio personal.

La falta de un ambiente enriquecido puede llevar a problemas como la ansiedad, el estrés o la depresión, manifestados a través de comportamientos destructivos, agresividad o apatía.

Los consejos para evitar estos problemas incluyen proporcionar juguetes interactivos, espacios para trepar y esconderse, y mantener una rutina estable. Este doble enfoque, que considera tanto el bienestar físico como el psicológico, es fundamental para garantizar una vida plena y saludable para los gatos, consolidando la idea de que su cuidado es una responsabilidad compleja que exige atención y conocimiento por parte de sus dueños.