Las especies más afectadas a nivel nacional incluyen aves canoras, tortugas y pequeños mamíferos.

La legislación colombiana es severa frente a este delito; la Ley 1801 de 2016 establece multas que pueden alcanzar los 40.000 salarios mínimos y penas de hasta 11 años de cárcel.

Los animales traficados no solo son vendidos como mascotas, sino que también son utilizados para elaborar alimentos o artesanías con sus pieles, plumas o caparazones.

Las autoridades enfatizan que la colaboración ciudadana es crucial y han habilitado varias líneas de denuncia, incluyendo la de la Policía Nacional (123), la CAR (3165244031) y Ambiente Bogotá (3188277733), entre otras.