Paralelamente, en El Peñol, un hombre fue grabado mientras atacaba con piedras a un perro callejero, un acto que generó un fuerte rechazo.

Posteriormente, el agresor alegó haber actuado en defensa propia, lo que añadió una capa de complejidad al debate público sobre la tenencia responsable y la convivencia con animales en situación de calle. Estos casos de agresión directa y envenenamiento se suman a otros hechos de extrema crueldad, como el rescate de un perro que fue atado a una motocicleta y arrastrado. La difusión de estos actos a través de videos y denuncias ha sido fundamental para visibilizar la problemática y presionar a las autoridades para que actúen. La respuesta de la comunidad, que se organiza para denunciar y rescatar, contrasta con la brutalidad de los ataques, mostrando una sociedad dividida entre la compasión y una violencia latente contra los seres más vulnerables.