Entre las especies afectadas se encuentran zarigüeyas, erizos, iguanas, zorros, perezosos y diversas aves.

La CVC advierte que la presencia de perros y gatos sin control en áreas protegidas no solo causa muertes directas, sino que también altera los hábitos de alimentación de la fauna local y facilita la transmisión de enfermedades como la rabia o el moquillo. Cámaras trampa han captado a animales domésticos merodeando en zonas boscosas, evidenciando la invasión de hábitats naturales. Ambas problemáticas han llevado a las autoridades a hacer un llamado urgente a la tenencia responsable, promoviendo la esterilización, vacunación y supervisión constante de las mascotas para mitigar su impacto negativo.