Una alarmante denuncia ha generado indignación nacional: en barrios costeros de Buenaventura, como Santa Mónica y Piedra Cantán, perros y gatos, en su mayoría cachorros, estarían siendo utilizados como carnada viva para la caza de tiburones. Esta práctica cruel, reportada por refugios y organizaciones defensoras de animales, consiste en atar a los animales vivos a anzuelos para luego lanzarlos al mar, una modalidad de maltrato que ha dejado decenas de víctimas con graves heridas, cicatrices y traumas. Fundaciones como Renacer Animal, Pasos de Amor y Salvando Ovellitas han estado al frente de la denuncia, rescatando a cientos de animales en la zona.
Según sus testimonios, han recibido numerosos cachorros con lesiones severas, especialmente en la cabeza, que serían consistentes con esta práctica.
A pesar de la gravedad de los hechos, las investigaciones formales se ven obstaculizadas por el carácter clandestino de la actividad y la presencia de grupos armados en la zona, lo que genera temor a represalias entre los habitantes y limita las denuncias oficiales. El caso ganó notoriedad gracias a la historia de ‘Barbas’, un perro rescatado de esta situación que fue adoptado por el actor Alejandro Riaño, quien ayudó a visibilizar la problemática a nivel nacional. Ante esta situación, los refugios de animales hacen un llamado urgente a la solidaridad ciudadana, solicitando apoyo a través de la adopción, la donación de alimentos y medicamentos, y la difusión de lo que ocurre para presionar a las autoridades a tomar acciones contundentes.
En resumenLa cruel práctica de usar animales domésticos como carnada viva en Buenaventura ha expuesto una grave situación de maltrato animal, dificultada por un contexto de ilegalidad y miedo. A pesar de los esfuerzos de los refugios y la visibilidad que ha ganado el tema, se requiere una intervención decidida de las autoridades para investigar y erradicar esta barbarie.