En Brasil, una niña de dos años falleció tras ser atacada por un pitbull que la familia había adoptado dos meses antes. Este suceso se enmarca en una tendencia preocupante en Latinoamérica, donde se reporta un incremento del 26,5 % en ataques de perros de razas especiales. Otro caso fatal involucró a un niño que murió tras ser atacado por su perro rottweiler mientras se encontraba solo en casa.

Estos hechos han puesto de relieve la importancia de cumplir con la legislación que exige, para ciertas razas, el uso obligatorio de bozal en espacios públicos, el registro del animal y la contratación de pólizas de responsabilidad civil. Expertos y autoridades insisten en que la responsabilidad recae directamente en los dueños, quienes deben garantizar una socialización adecuada, un manejo seguro y el cumplimiento de todas las medidas de prevención para evitar que sus mascotas representen un riesgo para la comunidad.