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Brutal agresión a una gata en Montería enciende las alarmas sobre la crueldad animal

Un brutal acto de maltrato animal en Montería ha generado una enérgica condena por parte de autoridades y la comunidad, evidenciando la persistencia de la violencia contra los animales en la región. El caso de una gata llamada Alana, agredida con una varilla, pone de relieve la urgencia de aplicar con contundencia la legislación vigente y fortalecer la denuncia ciudadana. El ataque, ocurrido el 30 de julio, dejó a Alana, una felina de seis meses, con lesiones de extrema gravedad. El médico veterinario Daniel Alean, quien atendió el caso, confirmó que la gata sufrió una fractura del maxilar izquierdo y exoftalmia, es decir, el desprendimiento del globo ocular de su órbita, lo que obligó a su extracción quirúrgica. Alean calificó el hecho como una “clara evidencia de sevicia”, argumentando que la violencia ejercida fue desproporcionada y con la intención de causar un daño severo. La agresión provocó una reacción inmediata de la Alcaldía de Montería y del gobernador de Córdoba, Erasmo Zuleta Bechara, quien declaró: “Ningún ser vivo merece ser maltratado”. Las autoridades anunciaron la activación de la Ley Ángel, que establece sanciones penales y administrativas para los agresores.

Este incidente no es un hecho aislado en la región.

Se suma al caso de Karina, una perra que fue atacada con un machete y requirió múltiples cirugías reconstructivas.

Según estadísticas de la Fiscalía, Montería ocupa el séptimo lugar entre las ciudades colombianas con más denuncias por violencia animal, con 20 casos reportados hasta octubre de 2023. La comunidad y las fundaciones animalistas exigen que se identifique y judicialice al responsable, mientras Alana permanece con pronóstico reservado, luchando por su vida.

En resumen

La agresión a la gata Alana en Montería, que resultó en la pérdida de un ojo y una fractura de mandíbula, ha desatado la condena de las autoridades y ha puesto de manifiesto la grave problemática de maltrato animal en la ciudad, una de las más afectadas por este delito en Colombia. Este caso, junto a otros de sevicia, ha impulsado la exigencia de justicia y la aplicación de la Ley Ángel.