Esta integración busca ofrecer una experiencia más rápida y cómoda para los usuarios del reloj inteligente.
El cambio más disruptivo, sin embargo, es la apertura de su ecosistema a otras aplicaciones de mensajería. Esta medida no es una iniciativa propia de Meta, sino una respuesta directa a la Ley de Mercados Digitales (DMA) de la Unión Europea, que exige a las grandes tecnológicas abrir sus servicios para fomentar una mayor competencia.
La interoperabilidad, que será opcional y deberá ser activada por el usuario, permitirá inicialmente mantener conversaciones individuales con personas que usen otras plataformas compatibles. Aunque el despliegue comenzará en la Unión Europea, se espera que la funcionalidad se extienda a otras regiones en el futuro. Este giro histórico pone fin a más de 15 años de operación de WhatsApp como un sistema cerrado y podría transformar la manera en que los usuarios gestionan sus comunicaciones, reduciendo la fragmentación actual que obliga a tener múltiples aplicaciones instaladas.











