El dispositivo, llamado Prima, es una prótesis ocular que convierte la luz en señales eléctricas que el cerebro puede interpretar, permitiendo a los pacientes volver a leer letras, números y palabras. El sistema Prima consta de dos partes: un microchip fotovoltaico inalámbrico de 2x2 milímetros, similar a una tarjeta SIM, que se implanta bajo la retina, y unas gafas de realidad aumentada equipadas con una cámara.

La cámara captura imágenes del entorno y las proyecta mediante luz infrarroja sobre el chip.

Este, a su vez, actúa como sustituto de los fotorreceptores dañados, generando impulsos eléctricos que el cerebro reconstruye como una imagen visual.

A diferencia de otras prótesis, Prima no requiere cables ni fuentes de energía externas. En un ensayo clínico con 38 pacientes en 17 hospitales, 27 de los 32 participantes con DMAE lograron leer después de un año de entrenamiento.

Además, 26 mostraron mejoras clínicamente significativas en su agudeza visual.

Aunque se registraron efectos secundarios menores y temporales, como hipertensión ocular, el dispositivo demostró ser seguro.

Actualmente, el chip ofrece visión en blanco y negro, pero los investigadores ya trabajan en una actualización de software para distinguir tonos de gris, un paso clave hacia el reconocimiento facial y la percepción de profundidad.