Esta herramienta busca transformar la navegación en una experiencia conversacional y automatizada, posicionándose como un competidor directo de gigantes como Google Chrome. El navegador Atlas, construido sobre la base de Chromium, elimina la tradicional barra de direcciones para reemplazarla por una interfaz conversacional centrada en ChatGPT.

Los usuarios pueden hacer preguntas o dar comandos directamente al asistente, que puede analizar páginas, resumir textos y generar contenido sin cambiar de pestaña.

El director general de OpenAI, Sam Altman, describió el lanzamiento como “una oportunidad única, que ocurre una vez cada década, para repensar lo que puede ser un navegador”. La principal innovación es el “modo agente”, una función para suscriptores de pago que permite a ChatGPT ejecutar tareas complejas de forma autónoma, como planificar viajes, comparar precios o incluso realizar compras en línea. Durante una demostración, el agente ordenó ingredientes de una receta a través de Instacart sin intervención manual.

OpenAI advierte que esta función está en fase beta y tiene limitaciones de seguridad; no puede ejecutar código ni descargar archivos y se desactiva en sitios sensibles como los de banca. Además, expertos en ciberseguridad señalan que podría ser vulnerable a ataques de “clipboard injection”. El anuncio generó un impacto inmediato en el mercado, provocando una caída superior al 3 % en las acciones de Alphabet, matriz de Google, ante el temor de que este nuevo modelo conversacional afecte el negocio de búsquedas basado en publicidad.

Atlas está disponible inicialmente para macOS, con planes de expansión a Windows, iOS y Android.