Este lanzamiento marca la apuesta más decidida de la compañía por la inteligencia artificial ejecutada localmente en el hardware, prometiendo un rendimiento hasta cuatro veces superior en tareas de IA. El chip M5 está fabricado con un proceso de tres nanómetros de tercera generación e integra una CPU de diez núcleos, una GPU de diez núcleos y un motor neuronal (Neural Engine) de 16 núcleos. La principal innovación es la inclusión de un “Neural Accelerator” dentro de cada núcleo gráfico, lo que permite que cada parte del procesador ejecute procesos de IA de forma independiente, acelerando significativamente las tareas de modelos generativos y análisis de datos complejos. Según Apple, el M5 ofrece hasta un 45 % más de potencia gráfica que el M4.1 y mejora el rendimiento de edición de video en un 80 % en comparación con modelos anteriores. Esta arquitectura permite que aplicaciones como Final Cut Pro realicen mejoras de video con IA directamente en el dispositivo, sin necesidad de conexión a internet, reforzando la privacidad y la velocidad. Los nuevos dispositivos equipados con el M5, que incluyen el MacBook Pro de 14 pulgadas (desde 1.599 dólares), el iPad Pro (desde 999 dólares) y el Vision Pro actualizado, estuvieron disponibles a partir del 22 de octubre.

Con este lanzamiento, Apple busca posicionarse frente a competidores como Microsoft y Nvidia, que también han apostado por la IA, pero con un mayor enfoque en soluciones basadas en la nube.