Esta medida afecta a un 40,5 % de los ordenadores activos a nivel mundial, según Statcounter, exponiéndolos a mayores riesgos frente a vulnerabilidades y ciberataques.
Con el fin del soporte, los usuarios de Windows 10 enfrentan una decisión crucial. La primera opción es migrar a Windows 11, aunque esto no es viable para todos, ya que el nuevo sistema operativo exige requisitos técnicos específicos, como compatibilidad con TPM 2.0 y procesadores modernos, dejando por fuera a una gran cantidad de equipos antiguos que aún son funcionales.
Se estima que hasta 400 millones de computadoras podrían quedar obsoletas, generando una potencial avalancha de residuos electrónicos. La segunda alternativa es acogerse al programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU), que ofrece parches de seguridad por un costo de 30 dólares anuales hasta el 13 de octubre de 2026. Este programa es una solución temporal para quienes no pueden o no desean cambiar de equipo inmediatamente.
En Colombia, según estimaciones de HP, hasta 4 millones de computadores deberán renovarse. Una excepción notable son los usuarios de la Unión Europea, quienes recibirán las actualizaciones ESU de forma gratuita gracias a la presión de organizaciones de consumidores y la Ley de Mercados Digitales (DMA). Para el resto del mundo, la opción más sencilla y gratuita para acceder al ESU es sincronizar la copia de seguridad del PC con OneDrive.













