Estos dispositivos, que operan con Windows 11, buscan redefinir el juego en movimiento al fusionar la potencia de una PC con la experiencia de una consola. Esta colaboración estratégica materializa la ambición de llevar el ecosistema de Xbox más allá de las consolas de sobremesa. Los dispositivos se ofrecen en dos versiones: la ROG Xbox Ally, con un procesador AMD Ryzen Z2 A, 16 GB de RAM y 512 GB de almacenamiento, orientada a una experiencia fluida a 720p; y la más potente ROG Xbox Ally X, equipada con un procesador AMD Ryzen AI Z2 Extreme, 24 GB de RAM y 1 TB de almacenamiento, diseñada para juegos a 1080p. Ambos modelos introducen la nueva "Xbox Full-Screen Experience", una interfaz optimizada para la navegación con controles físicos que unifica las bibliotecas de juegos de Xbox, PC y servicios en la nube. Según Diego Fernández, director de Marketing de ASUS Latam, esta colaboración ha permitido "ofrecer a los usuarios de PC y consola una experiencia familiar, que combina lo mejor de Windows con el espíritu de Xbox". El rediseño ergonómico, inspirado en los mandos de Xbox, y una autonomía de batería que duplica a la de generaciones anteriores, son otros de sus puntos destacados. Sin embargo, algunos reportes iniciales señalaron que la consola base viene configurada de fábrica con una resolución de 720p, requiriendo un ajuste manual por parte del usuario para alcanzar los 1080p prometidos. En Colombia, los precios de lanzamiento se fijaron en $2.599.900 para la versión base y $4.099.900 para la Ally X.