Para mitigar estos riesgos, los usuarios tienen varias opciones.

La más recomendada es migrar a Windows 11, una actualización gratuita para equipos compatibles.

Para aquellos cuyo hardware no cumple con los requisitos, Microsoft ofrece el programa de Actualizaciones de Seguridad Extendidas (ESU), que proporciona parches críticos por un costo adicional, aunque se ha anunciado una opción para obtener el primer año de forma gratuita a través de Windows Backup con OneDrive o con puntos de Microsoft Rewards.

Otras alternativas incluyen migrar a un sistema operativo como Linux o utilizar servicios en la nube como Windows 365 para acceder a un escritorio virtual actualizado.