Según las filtraciones, el iPhone plegable adoptará un formato tipo “libro”, similar al Galaxy Fold de Samsung, con una pantalla principal que alcanzaría las 7,8 u 8 pulgadas cuando esté desplegada y una secundaria externa de 5,5 pulgadas. Uno de los cambios más significativos sería la eliminación de Face ID en favor del regreso de Touch ID, que estaría integrado en el botón lateral.

Esta decisión permitiría un diseño más delgado y una pantalla interna sin muescas. El sistema fotográfico estaría compuesto por cuatro cámaras: una frontal, una interna y un sistema dual en la parte trasera. En cuanto a su construcción, se espera que la carcasa esté fabricada en titanio y que la bisagra sea una de las más avanzadas del mercado, buscando minimizar la arruga visible en el panel, un desafío persistente en los dispositivos plegables actuales.

El precio se estima entre 1.999 y 2.500 dólares, posicionándolo como un producto de nicho y exclusivo.

La producción inicial sería limitada, con entre 3 y 5 millones de unidades en el primer año, lo que reforzaría su carácter premium.