Esta herramienta promete revolucionar el estudio del cambio climático, la deforestación y la expansión urbana al hacer que los datos geoespaciales sean más accesibles y comprensibles.
AlphaEarth opera combinando información de múltiples fuentes, incluyendo imágenes ópticas de satélites como Sentinel y Landsat, datos climáticos, modelos de elevación y radar. Mediante algoritmos de aprendizaje profundo, el sistema convierte cada píxel del mapa global, en bloques de 10x10 metros, en un vector de 64 dimensiones. Esto permite un análisis semántico del entorno con una gran riqueza de información, superando a los sistemas tradicionales en eficiencia y velocidad.
El objetivo de la plataforma es hacer que el planeta sea comprensible desde el espacio sin depender de un procesamiento de datos pesado o de etiquetado manual. La tecnología ya está siendo utilizada por más de 50 organizaciones a nivel mundial, entre ellas la ONU, universidades y proyectos de monitoreo ambiental como MapBiomas en Brasil. Sus aplicaciones prácticas incluyen el seguimiento de la deforestación, la identificación de cambios en el uso del suelo agrícola y urbano, y la búsqueda de áreas geográficas con características similares para estudios comparativos. Uno de los mayores aciertos de Google ha sido liberar los datos de AlphaEarth a través de Google Earth Engine, donde investigadores y gobiernos pueden acceder de forma gratuita a los registros anuales desde 2017 hasta 2024.
Esto democratiza el acceso a herramientas de análisis ambiental, permitiendo que países en desarrollo o instituciones con recursos limitados puedan generar estudios confiables.