Esta capacidad de adaptación redefine la interacción, haciéndola más fluida y natural.
En términos de rendimiento, GPT-5 presenta una notable reducción de errores factuales o “alucinaciones”, con un 45 % menos de imprecisiones que GPT-4o. Su ventana de contexto se ha expandido hasta un millón de tokens, permitiéndole procesar grandes volúmenes de información y mantener la coherencia en conversaciones extensas.
Las capacidades multimodales también han sido mejoradas, permitiendo analizar con mayor precisión imágenes, audio y video.
Sam Altman, director ejecutivo de OpenAI, describió el nuevo motor como “un experto de nivel doctorado en todo”. Una de las novedades más atractivas para el usuario es la personalización. Se han introducido cuatro “personalidades” predefinidas —Cynic, Robot, Listener y Nerd— que ajustan el tono y estilo de la conversación sin necesidad de instrucciones complejas.
Además, se integra con servicios externos como Gmail y Google Calendar, consolidándose como un asistente digital integral.
El despliegue de GPT-5 es gradual y democratiza el acceso a la tecnología más avanzada de OpenAI, ya que está disponible en todos los planes, desde el gratuito (con una versión optimizada llamada GPT-5 mini tras alcanzar el límite de uso) hasta las suscripciones Plus, Pro y Team, donde será el modelo predeterminado.