El regreso de ‘One Punch-Man’ con su tercera temporada se ha visto empañado por una fuerte controversia en redes sociales, donde fanáticos han criticado duramente la calidad de la animación. La presión y el acoso escalaron a tal punto que el director de la serie, Shimpei Nagai, tomó la drástica decisión de cerrar su cuenta de X (antes Twitter) para proteger su salud mental. La polémica se centra en el desempeño del estudio J.C. Staff, que asumió la producción de la serie. Las altas expectativas de los seguidores, acostumbrados a la aclamada animación de la primera temporada, no se han cumplido para una parte de la comunidad, que ha expresado su descontento de manera tóxica. Antes de eliminar su cuenta, Nagai dejó un mensaje en el que denunciaba el comportamiento de algunos seguidores. “Hay algunas personas entre mis seguidores que están fingiendo ser aliados pero en realidad están participando en provocaciones de odio”, escribió, calificando dicho comportamiento como “despreciable e imperdonable”.
Añadió que continuar en ese entorno era “insostenible para este proyecto” y que su salud mental y relaciones personales eran su prioridad.
A pesar de este lamentable suceso, se ha confirmado que la emisión de la serie continuará con normalidad cada domingo. Este incidente pone de relieve un problema creciente en las comunidades de fanáticos, donde la pasión se transforma en acoso, afectando directamente a los creadores y generando un ambiente hostil que perjudica tanto a la industria como a la propia obra.
En resumenLa controversia en torno a la tercera temporada de ‘One Punch-Man’ subraya la peligrosa tensión entre las altas expectativas de los fanáticos y la realidad de la producción de anime, resultando en un ambiente de acoso que obligó al director a retirarse del ojo público.