Una semana después, el programa regresó al aire, aunque sin ser transmitido en los mercados de los operadores que mantuvieron el boicot. En su monólogo de regreso, un emotivo Kimmel defendió la libertad de expresión, agradeció el apoyo de figuras políticas de ambos partidos que criticaron la medida, y criticó al gobierno por intentar silenciar a un comediante. El video de su monólogo rompió récords de audiencia en YouTube, superando los 16 millones de visualizaciones en las primeras horas, demostrando el enorme interés del público en el caso.