La controversia se originó durante el monólogo de Kimmel el 15 de septiembre, cuando criticó al movimiento MAGA por, según él, intentar sacar provecho político de la muerte de Kirk, asegurando que “está haciendo todo lo posible para sacar partido político con ello”. Estas declaraciones provocaron una reacción inmediata de figuras políticas, incluido el expresidente Donald Trump, quien celebró la cancelación. La medida de ABC se produjo después de que el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, amenazara con “tomar medidas”, lo que fue interpretado por muchos como una presión directa del gobierno sobre una cadena privada. La suspensión ha generado una ola de indignación en la industria del entretenimiento.
Estrellas como Ben Stiller y Jean Smart, y comediantes como Wanda Sykes, condenaron la decisión.
Sykes afirmó: “Trump no ha negociado el fin de las guerras en Gaza o Ucrania, pero sí acabó con la libertad de expresión durante su primer año”. Sindicatos como el Gremio de Escritores de América (WGA) y SAG-AFTRA emitieron un comunicado conjunto calificando la cancelación como “un ataque a la libertad de expresión”. El caso ha sido comparado con la reciente cancelación de 'The Late Show With Stephen Colbert' en CBS, lo que ha intensificado las preocupaciones sobre un presunto patrón de censura contra programas críticos con la derecha política.