Como lo expresa un artículo, “yo no sé lo que quiero hasta que lo quiero”.

Esta tensión entre la eficiencia del sistema para retener la atención del suscriptor y el empobrecimiento de la experiencia cultural es uno de los grandes dilemas de la era del streaming. La estrategia de Netflix, aunque exitosa desde el punto de vista comercial, plantea preguntas fundamentales sobre la autonomía del espectador y el futuro del consumo cultural en un entorno cada vez más mediado por algoritmos.