La decisión también consideró que una manifestación convocada por su hijo frente a su domicilio podría “crear un ambiente propicio para su fuga”. La proximidad de su residencia a la embajada de Estados Unidos, a unos 15 minutos en coche, fue otro factor que alimentó la preocupación por un posible intento de asilo. Bolsonaro fue condenado a 27 años y tres meses de prisión por organizar una trama para perpetuarse en el poder, cometiendo delitos como golpe de Estado y abolición del Estado de derecho. La detención actual es una medida preventiva y no el inicio del cumplimiento de dicha condena. El magistrado De Moraes especificó que el arresto debía realizarse “con todo el respeto a la dignidad” del exmandatario, sin esposas ni exposición mediática.
Sus abogados habían solicitado que cumpliera su condena en casa por motivos de salud.












