Una alerta de seguridad emitida por la Administración Federal de Aviación (FAA) de Estados Unidos sobre el espacio aéreo venezolano ha provocado la cancelación de vuelos por parte de importantes aerolíneas internacionales, elevando la tensión en la región del Caribe. La FAA emitió una advertencia formal (NOTAM A0012/25) para las aeronaves civiles que operan en la Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía, que cubre gran parte de Venezuela. La agencia estadounidense justificó la medida por un “empeoramiento de la situación de seguridad” y un “aumento considerable de la actividad militar”. Según la alerta, que estará vigente hasta febrero de 2026, las amenazas podrían afectar a las aeronaves “a todas las altitudes”, incluyendo fases de sobrevuelo, despegue y aterrizaje. Además, se han reportado interferencias en los sistemas de navegación por satélite (GNSS), como suplantación o bloqueo de señal, que podrían comprometer instrumentos críticos.
Como respuesta inmediata, al menos seis grandes compañías aéreas, entre ellas Iberia, Avianca, TAP Air Portugal, GOL, LATAM y Caribbean Airlines, suspendieron sus operaciones hacia Venezuela.
La Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV) confirmó las cancelaciones, aunque sin definir la duración de la medida. La alerta coincide con un significativo despliegue militar de Estados Unidos en el Caribe, que incluye el portaaviones USS Gerald R. Ford, buques de guerra y aviones de combate, oficialmente para operaciones antinarcóticos. Este contexto ha sido interpretado como una estrategia de presión sobre el gobierno de Nicolás Maduro. En Colombia, la Aeronáutica Civil activó protocolos de seguridad, solicitando a los operadores aéreos un análisis de riesgo y la definición de rutas alternativas para garantizar la seguridad de los vuelos que transitan cerca de la zona.
En resumenLa advertencia de la FAA sobre riesgos en el espacio aéreo venezolano, motivada por la creciente actividad militar, ha resultado en la suspensión de vuelos de aerolíneas clave como Avianca e Iberia. Esta situación, enmarcada en un contexto de alta tensión geopolítica entre EE. UU. y Venezuela, ha obligado a las autoridades aeronáuticas de la región, incluida la de Colombia, a tomar medidas preventivas para garantizar la seguridad de la aviación civil.